domingo, 25 de diciembre de 2011

Pintarrajeando la realidad.

Apareciste un día que no marcaba mi calendario, con la sonrisa desabrochada y el corazón deshollinado.
Te inventaste treinta y tres maneras para hacerme sonreir y otras cinco para no echarme de menos.
Viajamos de la mano por tu alma, mi pasado y los sueños.
Me enseñaste que cada mañana hay una sonrisa esperándome en el espejo y que la vida es más divertida si lloras de vez en cuando.

Conjugamos el verbo amar sobre el colchón, bajo las sábanas y entre nosotros.

1 comentario:

  1. la sonrisa desabrochada y el corazón deshillinado...así habría que andar siempre... (:

    me gusta!!

    un abrazo

    ResponderEliminar