viernes, 3 de diciembre de 2010

Prometí

Prometí olvidarte en algún triste pueblucho del norte, prometí renunciar al dulce capricho de soñarte, prometí no volver a imaginar un mañana a tu lado, prometí no pensar en ti las tardes de otoño, los domingos de lluvia, los 18 de noviembre deshojados... prometí ignorar los latidos de este triste trapo que guardo en el pecho, prometí no recordar tu voz bailando entre las sabanas, prometí, prometí...

Y entre promesa que va y promesa que viene, prometí no prometer lo que a mi corazón concierne.

Porque él es así, tal y como lo eduqué: anarka y loco. Lo eduqué de manera que no atendiera a razones, que siempre siguiera su instinto, sus impulsos. Lo eduqué para que amara hasta doler, hasta morir de amor... hasta recordar que un corazón no puede ser educado

1 comentario:

  1. Vaya ... muy bonito.
    Gracias por leer mi blog :)
    Está super el tuyo!
    y bien rosado! jajaja
    Abrazo.

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