lunes, 30 de mayo de 2011

Que mi corazón sí late, pero a su ritmo.

Y sin rencores, me fui desprendiendo de tu imagen, desatando los nudos que se me hacen en la garganta, fumigando las mariposas del estómago.
Y sin miedo, me fui preguntando el porqué de esta historia escrita a lápiz, en folios sueltos.

Cuando no me dices que me quieres, pero me echas menos.
Cuando tienes ganas de verme, pero no vienes.
Cuando siento que el corazón me late a mil por hora y en el libro han robado el final.

Es este sentir que no siente, las ganas de no verte para no ponerte un nombre.
Saber que nada es imposible, que el destino no es quien elije.

Y aprieto los dientes y deseo encontrar a alguien. Y deseo que no seas tú.
Para no decirme "te quiero".
Para no echarme menos.

2 comentarios:

  1. Que lindo y qué triste!!!!
    El tiempo cura todas las heridas y da nuevas oportunidades.... Un beso, hermosa!!!

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  2. Qué suerte que tenés el valor para desprender su imagen y fumigar las mariposas. Cuesta tanto a veces... aunque sepas que así seguís sufriendo.

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